Por Erika Camino Herrera
¿Recuerdas esa emoción que sentías de niño cuando se acercaba tu cumpleaños o la Navidad? Siempre esperando recibir un regalo que te sorprenda y te haga sentir especial y muy querido, y sin más, el corazón acelerado, la ilusión en los ojos, la cabeza llena de sueños y deseos esperando que, aquello que encontrarías envuelto en coloridos papeles de regalo superara la expectativa. Esto es a lo que podemos llamar el «regalo esperado».
Sin importar la edad que tengamos, siempre habrá algo en nuestra vida que podamos esperar con emoción y entusiasmo. En cada fase de nuestra vida, siempre hay regalos que esperar, pero… y si pensamos que el regalo va de nuestra parte, nace la pregunta de qué regalar. Sin duda, el regalo esperado puede llegar en muchas formas y tamaños y lo más cierto es que quizás lo que más se valora no es aquello que está dentro del paquete, sino las manos de quien lo lleva y lo da como un don.
El regalo esperado puede ser cualquier cosa que nos haga sentir felices, plenos y agradecidos. Al dar algo, un regalo del corazón, no estamos dando una cosa, estamos dando un sentimiento, el tiempo empleado para buscar o crear ese obsequio y lo mejor de todo estamos dando parte de lo que somos para quien amamos.
En última instancia, recibir o dar el «regalo esperado» es una actitud ante la vida, es una forma de enfrentar el mundo con esperanza, ilusión y gratitud y con esa capacidad de asombro que nos hace disfrutar al máximo de lo que tenemos a nuestro alrededor.
Así que, no dejemos que la rutina, el estrés o el exceso de publicidad comercial nos roben la emoción de esperar un regalo o de ser quien lleve el regalo para alguien. Sigamos buscando esos momentos especiales que nos hacen sentir vivos y apreciar lo maravilloso que es estar aquí y ahora.
En definitiva, cada uno podemos ser el «regalo esperado» o el portador de ese detalle que alegre el corazón de quien apreciamos, y estos regalos no son costosos, pero sí necesitan que invirtamos tiempo y pasión en ellos; aquí te dejo unas ideas que espero te animes a ponerlas en práctica:
-
Una carta o mensaje personalizado que exprese tus sentimientos y pensamientos hacia esa persona especial.
-
Un cupón de favores hechos a mano, que ofrezcan diferentes favores, como cocinar, limpiar la casa o cuidar de los niños durante un día.
-
Un día de actividades conjuntas, liberar el día de cualquier preocupación para pasar el tiempo juntos, haciendo actividades que le gusten a la persona, como un pícnic en el parque, una caminata, una tarde de cine en casa, en fin, esto pone a prueba cuánto se conocen.
-
Un álbum de fotos que contenga imágenes y recuerdos especiales, este puede ser digital o hecho a mano, lo importante es el sentido que le das y el valor con el que será recibido.
-
Una lista de reproducción personalizada con canciones que le recuerden momentos especiales o que se adapten a sus gustos musicales.
Que, lo frenético del tiempo y las carreras por llegar a estas fiestas navideñas con el obsequio perfecto que sorprenda y alegre a nuestros seres queridos, no nos haga olvidar el verdadero significado detrás de este gesto: regalar desde el corazón.
Es importante recordar que los regalos más valiosos no se miden por su precio, sino por el amor y la atención que se pone en ellos. Regalar desde el corazón implica escuchar, pensar en el significado y encontrar formas creativas de expresar nuestro amor y afecto. Así que, en esta temporada de regalos, recordemos lo que realmente importa y hagamos del acto de regalar, una experiencia que alimente el alma y fortalezca los lazos con nuestros seres queridos.
¡Feliz Navidad!
Y aquí mi regalo para ti; mi oración por tu bienestar y salud.
Add Comment