Mg. Marcia Peña Andrade – Editorial Don Bosco
El juego es un aspecto fundamental de la infancia, que va más allá de la diversión. Sirve como una poderosa herramienta de desarrollo, fomentando el crecimiento cognitivo, físico, social y emocional de los niños.
Por medio del juego, ellos se involucran activamente con su entorno, lo que permite experiencias de aprendizaje práctico que promueven la creatividad, la resolución de problemas y las habilidades de pensamiento crítico.
El juego proporciona un entorno seguro y de apoyo donde pueden explorar, experimentar y dar sentido al mundo que los rodea.
Las actividades basadas en el juego no solo mejoran sus capacidades físicas y cognitivas, sino que fomentan sus habilidades de comunicación y lenguaje.
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